lunes, 31 de enero de 2011

Katzenbach hace una breve pausa y sus ojos emiten cierto resplandor. “En última instancia, si lo pensás, es realmente fácil para mí describir algo como sacar un arma y dispararle a un reportero”, se ríe. “El verdadero desafío es describir qué está pensando el reportero cuando ve que saco el arma, qué pienso yo al hacerlo y en qué contexto psicológico ocurre este ataque. ¿Qué ocurre con esta persona que dispara? ¿Qué ocurre con esta persona a la cual le han disparado? El thriller psicológico permite identificarse más de cerca con los personajes. Esto no cambia en Corea, ni en Buenos Aires o Frankfurt. Stieg Larsson, por ejemplo, ubica sus historias en Escandinavia. Tiene una globalidad, una universalidad, en la que pueden identificarse muchos”.

John Katzenbach: los libros que asustan a la gente en el subte


En su libro, el fragmento escrito por King dice: “Ignoro si el novelista contemporáneo John Katzenbach es un solitario, pero su novela La guerra de Hart contiene algunos diálogos memorables por su mala calidad. Katzenbach es de esa clase de novelistas que exasperan a los profesores de escritura. Se trata de un narrador extraordinario, pero que se repite demasiado (defecto que tiene cura) y no tiene oído para el lenguaje oral (este dudo que lo tenga).” Aunque Katzenbach dice que nunca leyó el fragmento, también guarda algunos dardos contra su colega. “Hay ciertos escritores que son fenómenos y Stephen King es uno. Aunque a veces yo no puedo entender precisamente qué hay en su escritura para que la gente la encuentre tan atractiva”.

Katzenbach versus King