miércoles, 22 de junio de 2011

Hace unos días me crucé en twitter con Nicolás Mavrakis, que lo adoro, un buen tipo, inteligente. Me dijo “para leer cosas fáciles está Marcos Aguinis”, como diciendo que todo lo que es de lectura sencilla es una garcha y lo que importa es la profundidad de lo que está atrás. Me parece que se tendió a suponer que la complejidad del lenguaje hace a la complejidad de la idea. No necesariamente es así.

Diegro Grillo Trubba: un policial sobre el poder en tiempos de la colonia