jueves, 18 de agosto de 2011

Ubicada en la California hippie pero ya republicana de los años sesenta y setenta, este policial sui generis comienza por mezclar un poco del clásico policial de misterio con otro poco del clásico policial negro. El poder del clásico thriller también tiene su lugar y, hasta ahí, todo podría correr el riesgo de sonar convencional.

Pero la clave de la fórmula pynchoniana no está en la mezcla, sino en dejarla fermentar sobre gran parte del imaginario más libertario de lo que pudo ser (y representar, para varias generaciones) el hippismo.

¿El resultado final? Un texto ágil y a la vez melancólico, que con justicia podría llamarse “novela policial lisérgica”. Un género al que los lectores locales también podrán asignarle la enorme cantidad de incomprensibles galicismos que, a la par de las densas nubes de marihuana entre las que vive el protagonista de Vicio Propio, Doc Sportello, corretean de punta a punta en la traducción castellana.

Novela policial lisérgica